Para esta celebración, nos propusimos diseñar un montaje que combinara lo elegante con lo orgánico, jugando con texturas, frutos frescos y flores en tonos suaves para lograr una mesa que invitara a quedarse, conversar y disfrutar.
Basándonos en las proporciones de las mesas disponibles, buscamos crear un tablescape que fuera interesante a lo largo de toda la extensión de la superficie, permitiendo que sin importar tu asiento en la mesa, cada invitado se sintiera parte de la esencia del evento, pero a la vez preseniciara algo distinto.
La idea central fue diseñar una mesa de inspiración botánica con toques románticos, donde cada elemento, desde las velas hasta la fruta fresca, contara una historia visual. Buscamos que la composición transmitiera abundancia natural, frescura y un aire sofisticado pero relajado.
Tablescape.
Trabajamos sobre un lienzo blanco para dejar que el color y la textura de los elementos se convirtieran en protagonistas. Las flores se dispusieron en floreros de vidrio verde en distintos formatos, creando ritmo y movimiento a lo largo de la mesa. En el centro, un arreglo principal de hortensias y anturios, acompañado de racimos de uvas, peras y alcachofas, aportó riqueza visual y una referencia a la naturaleza comestible. Las velas altas, en candelabros dorados, dieron el toque final de calidez y altura.
Florals.
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Hortensias en tonos verdes y rosa como base de volumen y textura.
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Anturios en rosa pálido para fugas y acentos escultóricos.
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Calas en tonos malva para elegancia vertical.
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Dalias, rosas y escabiosas para aportar movimiento y delicadeza.
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Astilbe y follajes suaves para fillers.
El resultado fue una mesa que unía lo visual con lo sensorial, en la que cada invitado pudo disfrutar de una experiencia completa: belleza, aromas y sabores que se entrelazaron para celebrar con estilo y calidez.
